Nuestra Señora de La Salette: Las Profecías
Oficialmente Reveladas y Liberadas

Recientemente, TIA recibió una fuerte queja respecto a las profecías de Nuestra Señora de La Salette a los dos niños Mélanie Calvat y Maximin Giraud, en La Salette-Fallavaux, Francia. El lector afirmaba que no existía prueba sólida de las “supuestas” palabras de Nuestra Señora diciendo: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo”, y por lo tanto estas profecías no deberían haberse publicado en un artículo en el sitio de TIA.

Además, el protestante argumentaba que el Papa León XIII prohibió a Mélanie continuar escribiendo y difundiendo el “supuesto Secreto” y que el Papa Pío XI lo condenó. La vidente Mélanie exhibía un comportamiento extraño y actuaba de manera errática, e inventó el “secreto más largo” que incluía la profecía sobre los sacerdotes convirtiéndose en cloacas de impureza y Roma perdiendo la fe. Asimismo, las diferentes versiones de los seis secretos que escribió, algunas largas y otras cortas, son evidencia en sí mismas de su duplicidad y nadie puede estar seguro de qué creer.

Incluso sacerdotes independientes y tradicionalistas dicen esto, insistió nuestro lector, como la única “prueba” para su posición. Es bastante irónico: el crítico acusa a Tradition in Action de no tener pruebas y luego solo ofrece acusaciones de oídas de sitios web anónimos y sacerdotes como evidencia de sus acusaciones.

De hecho, hasta hace poco, era difícil hablar sobre el secreto de La Salette con autoridad precisamente porque ese tema fue silenciado por los corruptos Cardenales y Obispos de Francia de aquella época, a finales del siglo XIX. Estas altas autoridades en Francia y Roma hicieron todo lo posible – y fue mucho – para que el Secreto no fuera conocido ni creído. No les convenía difundir una profecía que advertía que “los sacerdotes se han convertido en cloacas de impureza. ¡Sí, los pecados de los sacerdotes claman venganza y la venganza se cierne sobre sus cabezas!”

En 1915, 11 años después de la muerte de Mélanie, los Cardenales franceses lograron que la Santa Oficina promulgara un decreto (de manera altamente irregular, hay que señalarlo) NO declarando el mensaje falso, sino prohibiendo a los fieles de todo el mundo comentar sobre el mensaje o discutirlo públicamente. (1) Esta es una de las razones por las que tantos rumores y dudas han circulado alrededor de los mensajes escritos tanto por Mélanie como por Maximin.

El Descubrimiento del Secreto de La Salette

Hace varios meses escuché sobre un libro El Descubrimiento del Secreto de La Salette por los P. René Laurentin y P. Michel Corteville, traducido y publicado en 2002 en francés y lanzado en 2024 en inglés. El libro es en realidad un resumen de la primera parte de la monumental tesis doctoral de 5,000 páginas del P. Corteville, quien tuvo acceso a los archivos de La Salette, hasta entonces cerrados, en los archivos del Vaticano.

El coautor es el P. René Laurentin, un progresista y uno de los últimos periti vivos del Vaticano II (murió en 2017 a los 99 años). Bien conocido como un estudioso moderno de la Mariología, él mismo nos dice que intervino rápidamente para supervisar la revelación de los descubrimientos del P. Corteville debido a las “preguntas animadas” que podrían surgir. También presentó la excusa de que temía que partes del estudio “pudieran ser robadas por una empresa mediática.” (2)

Sospecho que su propósito al revisar el libro fue darle un tono progresista e interpretaciones a las partes más alarmantes del Secreto, especialmente respecto a la parte recién revelada sobre los Apóstoles de los Últimos Días y su papel en el próximo Castigo. Y, de hecho, esa parte del Secreto solo es resumida por los autores en sus propias palabras: No se nos da acceso a las palabras exactas en los escritos de la vidente Mélanie.

No obstante, él afirma la autenticidad de los ocho mensajes descubiertos en los archivos del Vaticano (seis de Mélanie y dos de Maximin), los cuales se presentan debidamente.(3)

Los autores también proporcionan abundantes cartas y documentación que demuestran que el mensaje y secreto de La Salette recibieron la aprobación de los Papas: Pío IX, León XIII y San Pío X; y de Santos: San Pedro Eymard, San Juan Bosco, el Cura de Ars y muchos Prelados destacados. (4)

El Secreto es liberado para discusión

Lo más importante, especialmente para aquellos que desearían discutir públicamente el Secreto de La Salette, Laurentin y Courtville anuncian que el mensaje de La Salette está oficialmente “liberado” del extraño silencio impuesto sobre él hace más de un siglo. La prohibición previa de hacer comentarios fue levantada porque el Vaticano permitió al P. Corteville consultar sus archivos, defender públicamente su tesis y publicar parte de ella para que todos la leyeran.

Como señalan los autores: “La apertura de los archivos de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe de facto marcó el fin de este silencio forzado.” (5) Por lo tanto, el Secreto de La Salette puede ser leído y comentado ahora por todos los católicos.

Este libro también rehabilita a los videntes Mélanie Calvat y Maximin Giraud, presentándolos como mensajeros perseguidos de Nuestra Señora que fueron fieles a su misión hasta el final. Nuevamente, se nos proporciona nueva información que ayuda a explicar la insistencia de Mélanie y Maximin en dar a conocer el mensaje de Nuestra Señora con el paso del tiempo. Los autores explican que las últimas palabras de Nuestra Señora a los niños aquel día 19 de septiembre de 1846 fueron estas: “Mis hijos, lo transmitirán a todo mi pueblo.” (6)

Por lo tanto, ellos simplemente estaban cumpliendo su mandato, y continuaron obedeciendo a la Reina del Cielo – a pesar de la oposición más fuerte – hasta sus muertes en 1874 (Maximin) y 1904 (Mélanie). Ambos niños resistieron las órdenes de altos funcionarios de la Iglesia para cumplir el mandato celestial y ser fieles a la misión que Nuestra Señora les dio.

En el siguiente artículo, el Secreto de 1878 será publicado en su totalidad, con la aprobación del Vaticano, otorgando así a todos la libertad de comentar y discutir el tema.


Continuará